jueves, 25 de junio de 2009

EL PIANO Y LA ROSA

La puerta abierta de par en par era una sugestiva invitación al recuerdo,

El hombre traspuso el umbral y se adentro en esa sala de sueños.

Al fondo un piano de cola y sobre el brillaba, una roja rosa.

Por un instante, por un segundo imágenes de esa sala se adueñaron

de ese pequeño hombre enfrascado en la melodía y en la rosa.


Primero fue el rostro de su hermana mayor, estudiando filosofía,

al instante la de su hermana menor, leyendo algún texto de Freud,

luego el de su hermano enfrascado en los mil vericuetos de la medicina,

y por fin él, sumergido entre códigos y leyes.


La sala parecía, por momentos recobrar sus viejos brillos,

de aquellos años de juventud, de ilusiones, de utopías, de sueños;

de repente, sus habitantes habían desaparecido,

la melodía que se desprendía del viejo piano sonaba intensamente

y la rosa, la rosa seguía brillando.

Junio 2009
Fernando Iglesia

jueves, 18 de junio de 2009

VIDA Y MUERTE

Como si fueran rasgos de una misma cara,
la vida y la muerte se nos aproximan a cada instante.

Una llena el aire de alegrías, la otra nos somete a un largo llanto,
a una inmensa pena.

Cuando sonó el teléfono anunciado la partida de Manuel -mi hermano mellizo-
me invadió una mezcla de rabia, confusión y tristeza,
pero sobre todo de culpa, por no haber estado ahí, intentado salvarlo,
rescatándolo de su aguda soledad.

Partí raudamente hacía Corrientes, intentando acortar las distancias
que me separaban del dolor.

Las imagenes se sucedían, como las llamadas de amigos que
necesitaban conformar lo ya sabido.

La llegada a su departamento revivieron imagenes,
la costanera, el Paraná, los lapachos., pero él ya no estaba.

La tarde en que empredí el regreso, en su cama reposaba mi nieto Mateo,
una nueva vida, signos de alegria, de esperanza.

A los lejos un acordeón tocaba "La Calandria",
el Paraná estaba más verde que núnca, los lapachos florecian.